A veces todo se destruye con grande facilidad, mucho màs facil de cuanto hemos empeñado para construirlo.
No es importante cuanto se dé, al final de cada viaje quedamos solos con nuestros sueños y nuestras ilusiones y de tanto estar solos, aprendemos a darnos cuenta cuando es el momento de detener nuestros sueños... asì, porque somos hombres y aceptanos el fracaso, debemos dejar ir nuestras redes y permitir a la marea de llevarse nuestras lagrim