Soledad...
No te vayas amor
de mi presencia,
que mis labios se quedaron mudos
esperando tu palabras...
y en tus ojos cristalinos he visto
reflejarse mi mirada.
Porque siento en mi pecho
el calor de tus nostalgias
y en el alma...
el amor de las caricias ocultas.
No te vayas amor
de mi esperanza,
que en mis sueños he visto
acariciar con mis manos tu figura
y he sentido el toque de tus dedos
posarse al equinoccio de me esencia.
Te has puesto a tejer mis madrugadas
con agujas hechas de besos secretos
y has forjado la arcilla gris
de mi existencia...
con miradas tenues y discretas.
No te vayas amor
de mi nostalgia,
que he vinculado la luz de tu mirada
para iluminar mi oscuridad
y he bebido en sueños
del néctar de tus labios
para placar la sed de tu distancia.
El frío de tu ausencia perfora
mi piel cada mañana
y busco en la memoria el calor
de tu recuerdo.
Note vayas amor...
que por tu ausencia...
surgirá del iris...una lagrima
que correrá serena por mi rostro
para rendir tributo a tu lamento.
Y escucharas al viento
murmurar tu nombre
y sentirás en el alma la tristeza
de mi voz que te reclama...
No te vayas amor...